El invierno es una etapa de introspección. Si te fijas en la naturaleza, el ritmo de las plantas y de los animales disminuye y parece que la muerte se apodera de parte la de naturaleza. Muchos animales invernan, y los árboles pierden sus hojas. El invierno es un tiempo de recogimiento, para meditar y reflexionar sobre nuestras vidas. Aprovecha esta oportunidad, para fortalecer cuerpo y mente y poder florecer en la primavera que se avecina. A continuación te dejo los consejos Ayurveda para invierno que te ayudaran a estar en plena forma.
Por otra parte, en el mundo occidental el comienzo del invierno también es el principio de las Navidades, y es conveniente observar la influencia que pueden tener sobre la salud. Los compromisos familiares, las comilonas y la inevitable valoración del año que esta a punto de terminar, nos ponen a prueba en varios aspectos.
Independientemente de las creencias religiosas, la Navidad, para muchos es una época muy alegre y feliz, una etapa de reunirse y compartir con familia y amigos. Pero quien más quien menos, al finalizar el año todos echamos la vista atrás, y muchas personas tal vez se encuentren con la ausencia de seres queridos, dificultades y problemas laborales o personales, enfermedades… Además, en estas fechas en las que la televisión y la publicidad nos bombardean con imágenes de opulencia y felicidad, se pueden acentuar todavía más los estados de desánimo, la sensación de vacío y de carencia. Parece que estamos obligados a ser felices y si la realidad es otra, podemos llegar a sentirnos culpables o fracasados por no cumplir con los cánones establecidos. No es casualidad que en estas épocas del año aumente el consumo de ansiolíticos y antidepresivos.
Todo ello pone a examen el sistema nervioso, emocional e inmunológico. Por ello, a continuación os expongo unas claves a tener en cuenta durante el invierno.
Ideas generales:
Las personas sanas suelen encontrarse más activas, en invierno el metabolismo y la fuerza física son más intensas que en otras estaciones. Por este motivo, hay que tener la precaución de cuidar el equilibrio entre actividad y reposo, de lo contrario podemos llegar a agotarnos. La práctica de meditación, yoga o pranayama te va a ayudar en estos aspectos, ya que potencian el equilibrio personal. Además, tener unos horarios razonables para la comida y el descanso es fundamental. Recuerda que vata necesita más la regularidad que cualquier otro dosha.
Alimentación:
Cuidar la alimentación, como siempre, es fundamental. Debido al frío ambiental, nuestro poder digestivo (fuego interior o agni) es más fuerte que en otras épocas del año. Por eso se puede comer con más apetito, e incluir alimentos más nutritivos. Si nuestra alimentación es muy ligera, nuestro fuego digestivo puede llegar a desgastar y debilitar los tejidos del cuerpo, y vata se desequilibra. Por este motivo el invierno es una época donde toca nutrir el cuerpo, para que los tejidos se formen fuertes.
Conviene que las comidas sean calientes y nutritivas, de sabores dulce, ácido y salado. Procura que predominen los cereales como el arroz, el trigo o el maíz, y los guisos de verduras y patatas. También puedes incluir frutos secos como avellanas y nueces, y frutas secas remojadas en agua como orejones, pasas, higos y dátiles. Es muy recomendable tomar bebidas calientes y nutritivas como el te chai.
Reduce el consumo de alimentos crudos, ensaladas y alimentos secos como biscotes o copos de cereales. Evita los lácteos, ya que son alimentos que generan mucosidad, y como en el invierno hay una mayor incidencia de gripes y catarros, no conviene consumirlos. Es muy útil la infusión de jengibre con miel y limón, ya que aumenta el sistema inmunológico y eliminar toxinas.
Cuidados corporales:
Con el frío las membranas mucosas de la nariz son más sensibles y para prevenir complicaciones, podemos aplicar 2 gotas de aceite de sésamo en las fosas nasales. Cuando sea necesario también se pueden hacer vapores con eucalipto, o de botones de clavo. Esto ayuda a descongestionar las vías respiratorias y mantenerlas húmedas y equilibradas.
Las personas de constitución vata o aquellas que se encuentran débiles, deben tener especial cuidado con la sequedad en la piel, estreñimiento, gases, hinchazón abdominal, ansiedad y mala concentración. . Todos ellos son desequilibrios de vata.
El masaje con aceite de sésamo caliente o el automasaje son excelentes para prevenir todas estas complicaciones.
También te pueden ayudar las siguientes plantas:
– Ashwagandha: calma y equilibra el sistema nervioso, a la vez que nos aporta vitalidad y fortaleza física.
– Triphala: favorece la digestión y minimiza los efectos post-digestivos de vata, como gases y estreñimiento. También es un excelente depurativo, que nos ayuda a equilibrar el sistema digestivo y a eliminar toxinas.
Si te apetece tener consejos de salud y recetas de cocina personalizadas, no dudes en ponerte en contacto conmigo para informarte de las consultas presenciales u online. Estaré encantada en asesorarte.
Ana dice
Es un artículo muy interesante! Gracias.